El poder de las ideas: Clorindo Testa, Gerardo Caballero y Rafael Iglesia

For the English version scroll down

Querido Mies,

Existe un momento peligroso en la vida de todo arquitecto: el proceso de diseño. Contrario a lo que muchos creen, el proceso no es lineal, en donde del punto A se llega al B, sino que más bien, el camino sigue los altibajos de un electrocardiograma. 

A medida que maduramos, somos capaces de ordenar el proceso, pero más de uno se ha perdido volando, dando rienda suelta a la imaginación. Como sucede en todo vuelo, hay dos momentos críticos que pueden costarte la vida: el despegue y el aterrizaje. Léase, la búsqueda de la idea, y la ejecución de la misma. 

Considerando que hemos dedicado muchas cartas a la segunda instancia, hoy nos enfocaremos en la primera. Si hacemos las cosas bien, salvaremos muchas vidas. Por suerte, el piloto del día es Clorindo Testa ¿Pasajeros? Nada más y nada menos que Gerardo Caballero y Rafael Iglesia. Habrá que abrochar el cinturón porque primero debemos viajar al pasado...


La historia comienza  en el año 90, cuando la dupla viaja a Buenos Aires, para realizar un proyecto de una pileta en la costa de Vicente López. Luego de conocer el terreno, los participantes comenzaron a trabajar en el proyecto, pero Gerardo y Rafael se detuvieron a pensar. No les bastaba la mera resolución, querían reflexionar y llegar a una idea fuerte.


Finalmente la inspiración llegó: Un simple muro dividiría la pileta de la costa: el agua celeste se vería contrastada por el agua marrón del Río de la Plata. Como recordaría años más tarde Caballero.


-Dijimos con Rafa:


"Es imposible encontrar una idea mejor que ésta".


O sea, habíamos llegado a la síntesis, a la perfección ¡Fantástico! Una pared, una raya. No había maqueta, nada. Todos trabajaban y nosotros estábamos con esta idea ¡La idea! ¿Entendés? LA IDEA. Nos fuimos a tomar un café mientras todos trabajaban. Te juro. Estábamos felices ¡Mirá la pileta que sacamos!


Entonces los organizadores dicen...

Mañana va a venir Clorindo Testa a mirar los trabajos”.

-Yo tenía una profunda admiración por Clorindo.Dije:

“Cuando Clorindo vea esto…Rafa...¡Nos va a invitar a trabajar al estudio!”

Es la ilusión que yo tenía. Iba a decir: 

“¿Quiénes son ustedes*? ¡GENIOS! ¡SENSIBLES!”

Y acá es necesario  hacer un paréntesis, porque TODOS somos Gerardo en ese momento. Cuando llegamos a LA IDEA ¿Acaso no creemos que todo es posible? Embriagados de confianza, por fin desciframos el alma del proyecto, sentimos que tocamos el cielo con las manos, todo es posible. Somos imparables. Somos tan grosos, que Clorindo nos va a invitar a trabajar en su estudio -no hay duda-. (Éste delirio de grandeza suele durar un instante, y es seguido por un shock de realidad. Pero cuando llega, sólo podemos disfrutarlo).


Bueno efectivamente, llega Clorindo y muy amable como era él (una persona increíblemente amable y generosa). Confundido, nos dice: 


- ¿Qué es ésto?


Uff… ¡¿Éste Clorindo Testa?!-(No entiende nada)¿Viste la arrogancia de la juventud?- Le explico lo obvio , de mal modo:


- Ésta es una pared que divide el agua limpia, de la sucia… (Horrible ¿Viste? )


Y él lo decía bien, "¿Qué es esto?" En el sentido, explícame un poco de que se trata.


Entonces Clorindo empieza a hablar y dibujar. 


-No, si ésta pared la plegas un poco, trabaja mejor estructuralmente porque el agua la empuja y esto adquiere más inercia. Es más, si la pliegas, la pared puede ser en vez de 50 cm, de 15 a lo mejor.


Nosotros no decíamos NADA. Y él se empezó a entusiasmar. Además decía: 


-Arriba de ésta cosa, le podes poner una plataforma, que es como una playa artificial donde la gente…


Empezó a hacer círculos areneros…y dice:


- Acá arriba hay toboganes para que se puedan tirar a la pileta, o las lanchas que llegan. 


Nos arruinó todo el proyecto. Lo destruyó. Y seguía: 


-Acá puede haber bares, y gente con sombrillas, vienen con ojotas.



Con Rafa nos agarramos la cabeza.Pero yo me lo guardé al dibujo. Me lo llevé. Y obviamente al otro día que era la presentación final: ¿Qué presentamos nosotros? Nuestra pared, impoluta. Y nada, ahí quedó la anécdota. Yo no entendí NADA, Rafa tampoco. Se me cayó un ídolo, Clorindo. Y eso quedó ahí.


Tiempo más tarde, Caballero se encontraba en Barcelona, cuando el arquitecto Albert Viaplana le dijo:


- ¿Sabes qué pasa Gerardo? Que si la idea no muere, el proyecto no nace. 


Y en ese momento, el recuerdo de Clorindo lo visitó ¡A eso se refería! Todas esas correcciones, eran para que la idea evolucione, porque ellos contaban con una idea, pero no tenían un proyecto. Era necesario que la idea se desarrolle para que nazca el proyecto. 


"Porque el proyecto, lo que queda es preso de la idea. La idea lo aniquila. No lo deja ser. Lo asfixia, y para ser un proyecto, uno empieza con una idea, pero el proyecto después adquiere vida propia. Me vino otra vez todo esto de Clorindo, como una verdadera lección de arquitectura, que en ese momento no la comprendimos por nuestra falta de capacidad, de entender lo importante del comentario. No confundir una idea con un proyecto”

Ésta historia resuena en nosotros, probablemente porque nos vemos identificados en ella. Para nosotros, todos los buenos arquitectos, parten de una idea, un concepto, un problema a resolver. Es fundamental que la arquitectura tenga un sustento, una teoría. La idea es la génesis del proyecto. Sin embargo, debemos dejar que evolucione. El esquema abstracto debe desarrollarse para responder a la realidad, sólo así podrá cumplir su función.

Por otro lado, hay que destacar la actitud de Clorindo. Las ideas son frágiles, y presentarlas antes de tiempo, puede destruirlas ¿Cuántas veces hemos presentado ideas ante un profesor o cliente quienes las rechazan sin siquiera darnos el tiempo para explicarlas? Pero Clorindo conocía como nadie su  valor y potencial. Por eso, a pesar de sólo ver una línea que dividía el agua, él vio el potencial, vio la gente moverse, las ojotas, los toboganes. Vio el futuro.Sólo un buen maestro tiene esa capacidad. 

Una verdadera lección de arquitectura.

Hasta la próxima.


THE POWER OF IDEAS: Clorindo Testa, Gerardo Caballero & Rafael Iglesia



Dear Mies,

The phases of architectural design can be very tricky. It is not a linear process like some people believe. But as we get old,  we develop more skills to deal with it. Some people often get lost, flying with their heads in the clouds, unleashing imagination. Like most flights, there are 2 critical moments: take-off and landing. Meaning, the search of the idea, and the execution of it.


Since we have written many letters regarding the last phase, we want to focus on the first. Today's pilot is Clorindo Testa. Passengers? No other that Gerardo Caballero and Rafael Iglesia. Fasten your seatbelts, we must travel to the past…


The story begins in the 90s, when the pair arrived at Buenos Aires, to work on a swimming pool project for Vicente Lopez´s coast. After they visited the field, the participants started to work but Gerardo and Rafael took a break.  Mere resolution was not enough, they wanted something more. A strong idea.


Suddenly, inspiration came: a single wall could divide the swimming pool water from the River water.


As Caballero remembered years later:


We said:

“It is impossible to find a better idea. We have reached perfection ¡Amazing!”


A wall. A line. There wasn't a model. Everyone was working, but we had this idea. THE idea. You know? THE IDEA. So we went for a coffee. I swear. We were delighted.

So after that, the organizers announced:


 “Tomorrow Clorindo Testa will be here”


I had a huge admiration for Clorindo.


“When Clorindo sees this, Rafa, he's going to ask us to work with him”


It was the illusion that I had that he would say:


“Who are you? Genies!” 


So, Clorindo arrived and very kind as he was -an incredibly kind and generous person- he asked:


“What is this?”


Uff...I thought: is this Clorindo Testa?!  -You know the ignorance of  youth- I replayed with a bad attitude:

“This is a wall that divides clean water…”


But Clorindo was asking nicely: what is this? Meaning, tell me more about it. So he continued and started drawing.    


“No, if you fold this wall a little, it works better structurally because the water pushes it and this acquires more inertia. In addition, if you fold it, the wall can be instead of 50 cm, 15 at best.”


We didn't say anything. And he started to get excited. In addition, he said:


“On top of this thing, you can put a platform, which is like an artificial beach where people …”


He started making sandbox circles ... and said:


”Up here you can put  slides so that people can be thrown into the pool, or boats that arrive.”


He ruined the whole project for us. He destroyed it. And continued:


“There can be bars here, and people with umbrellas can come with flip flops”



But I kept the drawing. I took it. And obviously the next day for the final presentation: What did we present? Our wall, pristine. So that was the anecdote. I didn't understand anything, neither did Rafa. I lost a hero, Clorindo. And that was that."


Years later, Gerardo was in Barcelona, when architect Albert Viaplana said to him:


”You know what Gerardo? For the project to be born, the idea must die”.


And therefore...Of course!Clorindo! That's what he meant! All those corrections, it was for the idea to evolve, because they had an idea, but they didn't have a project. It was necessary that the idea developed for the project to be born.


"Because the idea annihilates the project. It suffocates it. You must start with an idea, but then the project must take a life of its own. It all came back to me, as a true lesson in architecture. I remember Clorindo, which we did not understand at the time due to our lack of ability to understand the importance of his notes. To never confuse an idea with a project. " 


This story resonates with us. For us, architects need to start with an idea, a concept, a problem to solve. It is essential that architecture has a support, a theory. The idea is the genesis of the project. However, we must let it evolve. The abstract scheme must be developed to respond to reality, only then can it fulfill its destiny.


On the other hand, Clorindo's attitude must be highlighted. Ideas are fragile, and presenting them before time can destroy them. How many times have we presented ideas to a teacher or client who rejects them without even giving us the time to explain them? But Clorindo knew the value and potential of ideas like no one else. So he was able to see beyond the wall that divided the waters. He saw it´s potential, he saw people moving, he saw it´s the future. Only a good teacher has that ability.




* Agradecemos al Arq. Gerardo Caballero por  compartirnos las imágenes del proyecto original, junto con el croquis de Clorindo. Es importante destacar el resto de los participantes en su equipo, detallado a continuación.

¡Gracias Gerardo!

  • Seong In-Soo (Corea)
  • Pedro Orellana (Chile)
  • Mercedes Rueda (Chile)
  • Carlos Souza Fortes (Brasil)
  • Gonzalo Sanchez Hermelo (Arg)
  • Gerardo Caballero (Arg)
  • Rafael Iglesia (Arg)
  • Maria Morchon (Arg)
  • Luis Pereyra (Arg)


Esquema del proyecto, imagen cortesía Gerardo Caballero

Corrección de Clorindo, imagen cortesía Gerardo Caballero



Comentarios

Entradas populares